Sesíón número cinco- Taller de cuenta cuentos Juan Pablo II - Lo Barnechea
Sábado, noviembre 14 de 2009
Durante la semana hemos conversado con Cristina sobre el problema de la asistencia. Ella ha pegado cartelitos anunciando el taller y habla con las mamás de los niños que ya han asistido o que se inscribieron al comienzo. Ellas le dicen que los van a enviar el próximo sábado.
Recorro nuevamente el campamento. Voy a buscar a Camila y sus hermanos. Sólo viene Camila y le acompaña Valentina, una vecina, pero para que las niñas vengan debo convencerle a la madre que las deje, ella debe ir a vender a una feria en Barnechea y finalmente a cambio de que les lleve a las niñas al lugar de la feria la deja quedarse. No le da permiso a Nicole porque debe cuidar a su hermano pequeño que duerme. En ese momento llegó Silvana, la niña de San Bernardo, que está pronta a ir a una reunión scout, le pide permiso a su padre, que se encuentra ahí, para asistir al taller, pero el decide que es mejor que vaya a los scouts.
Las niñas eligen un cuento y se alternan en la lectura de los párrafos. A poco andar llega Nacho, el niño que llegó sólo la primera vez, pero ahora viene acompañado de sus hermanas Nicole de 14 años y Tamara de 7. Sólo Nicole quiere leer. Al rato una señora mayor trae a dos niños de la mano y pregunta si los puede dejar. Son Cristina y Félix Delgado. Ambos muy callados no quieren leer sino sólo escuchar, pero al momento de dibujar sonríen y dibujan con facilidad. Comienzan a soltarse. El niño dice que le gusta venir y que quiere regresar.
Leímos el cuento de los tres ositos. Elegimos palabras un poco más complejas y ellos las interpretaron, conversamos al respecto. Comentan el cuento y miran las ilustraciones. Quieren dibujar y mientras lo hacen David hace bromas y le siguen los otros. El momento de dibujar está lleno de risas y conversación sobre el cuento, sobre la casa de los osos y el que una niña hable con los animales. Conversan entre ellos sobre los colegios a los que van, se ríen y hablan de sus parentezcos.
La sesión se extiende más de la cuenta, los niños están contentos y comentan los dibujos y si tienen que ver con el cuento o a qué pasaje del cuento corresponden. Al terminar la sesión juegan entre todos y no quieren irse,. Al despedirse dicen que quieren volver.
El aumento en la asistencia es positivo. El que haya siente niños es algo nuevo y es fácil trabajar con todos. Se contagian del entusiasmo unos a otros.
Sábado, noviembre 14 de 2009
Durante la semana hemos conversado con Cristina sobre el problema de la asistencia. Ella ha pegado cartelitos anunciando el taller y habla con las mamás de los niños que ya han asistido o que se inscribieron al comienzo. Ellas le dicen que los van a enviar el próximo sábado.
Recorro nuevamente el campamento. Voy a buscar a Camila y sus hermanos. Sólo viene Camila y le acompaña Valentina, una vecina, pero para que las niñas vengan debo convencerle a la madre que las deje, ella debe ir a vender a una feria en Barnechea y finalmente a cambio de que les lleve a las niñas al lugar de la feria la deja quedarse. No le da permiso a Nicole porque debe cuidar a su hermano pequeño que duerme. En ese momento llegó Silvana, la niña de San Bernardo, que está pronta a ir a una reunión scout, le pide permiso a su padre, que se encuentra ahí, para asistir al taller, pero el decide que es mejor que vaya a los scouts.
Las niñas eligen un cuento y se alternan en la lectura de los párrafos. A poco andar llega Nacho, el niño que llegó sólo la primera vez, pero ahora viene acompañado de sus hermanas Nicole de 14 años y Tamara de 7. Sólo Nicole quiere leer. Al rato una señora mayor trae a dos niños de la mano y pregunta si los puede dejar. Son Cristina y Félix Delgado. Ambos muy callados no quieren leer sino sólo escuchar, pero al momento de dibujar sonríen y dibujan con facilidad. Comienzan a soltarse. El niño dice que le gusta venir y que quiere regresar.
Leímos el cuento de los tres ositos. Elegimos palabras un poco más complejas y ellos las interpretaron, conversamos al respecto. Comentan el cuento y miran las ilustraciones. Quieren dibujar y mientras lo hacen David hace bromas y le siguen los otros. El momento de dibujar está lleno de risas y conversación sobre el cuento, sobre la casa de los osos y el que una niña hable con los animales. Conversan entre ellos sobre los colegios a los que van, se ríen y hablan de sus parentezcos.
La sesión se extiende más de la cuenta, los niños están contentos y comentan los dibujos y si tienen que ver con el cuento o a qué pasaje del cuento corresponden. Al terminar la sesión juegan entre todos y no quieren irse,. Al despedirse dicen que quieren volver.
El aumento en la asistencia es positivo. El que haya siente niños es algo nuevo y es fácil trabajar con todos. Se contagian del entusiasmo unos a otros.