Sesión número siete - Taller de cuenta cuentos Juan Pablo II - Lo Barnechea
Sábado, noviembre 28 de 2009
El día lunes anterior le acompaño a Julio César Ibarra, Director Ejecutivo del proyecto, a una reunión con la mesa de trabajo de Un Techo para Chile. Les explica en qué consiste, en la importancia que tiene para los niños el que participen y las metas planteadas. Ellos comparten sus opiniones y ofrecen contarles a los vecinos sobre el taller de cuenta cuentos.
Una vez más abro la sede; como no llega nadie, al cabo de media hora, cierro la sede y recorro las casas de los niños que han asistido antes. Están cerradas y nadie responde. En una luego de llamar mucho rato sale alguien y me dice que fueron al taller de cuentos, sin embargo no llegan ni los encuentro a los tres niños en el camino.
Al rato llegó Antonia que venía de otro lugar de Santiago. Nos sentamos en el exterior de la sede. Leemos un cuento sobre los derechos del niño. Anota en un cuaderno las palabras que le llaman la atención o desconoce. Hablamos sobre el cuento y ella lo interpreta, también conversamos sobre esas palabras. Las copia nuevamente en papelitos y corrige la ortografía de algunas. Al rato llega Stephanie y Antonia le cuenta el cuento con una interpretación propia sobre el final. Le enseña las palabras seleccionadas. Antonia escribe un pequeño cuento. Cada una dibuja sobre el cuento con las palabras. Luego Stephanie propone leer un cuento más.
Al final de la lectura les propongo aprender a contar cuentos. Hablamos sobre la visita que harán los cuenta cuentos del Hogar de Cristo y les gusta la idea de contarles ellas a ellos, cada una, un cuento. Elige Stephanie el cuento que acaba de leer “El Rey Rana” y Antonia sugiere contarles “La Bella y la Bestia”. Saben que tienen que leerlos nuevamente y aprender a contarlos; les gusta la idea y para practicar cada una cuenta el suyo.
Vamos a la plaza cercana para que ellas jueguen. Al regreso hablamos con Cristina sobre el ausentismo. Ahí me cuenta que esa tarde la mayoría de los niños fueron a un paseo . Fue por eso que cuando fui a buscar a los hermanos Díaz y a los hermanos Rodríguez y Delgado no estaban y en sus casas.
