Esta vez los niños Delgado están fuera de Santiago; vienen Aracely, Almendra, Stephanie y el pequeño Joshua. Cuando regresamos con Aracely dos niñas se acercan y nos preguntan que hacemos. Les cuento sobre Teneos tanto que contar y les invito a participar, tiene 14 y 15 años, miran a los pequeños y sonrientes dicen que no. Les digo que para marzo podríamos hacer un taller con niños de su edad. Cuando ellas se van nos siguen tres niñas que han escuchado la conversación. Almendra, que las conoce, las invita a participar; Michelle, Denisse y Krishna se integran inmediatamente, aun cuando Krishna no vive en el campamento.
Leemos un par de cuentos de "Cuentos para chicos no tan chicos" que no les entusiasma mucho y entonces leemos unos tres cuentos cortos tradicionales. Conversamos sobre ellos y las niñas nuevas dicen que les gustaría volver en marzo, que les gustó que les leyera cuentos. La última parte de la sesión nos sentamos a mirar los dibujos que han realizado todos los niños desde octubre, cuando se inició Tenemos tanto que contar. Conversamos sobre como organizar la última sesión y final de este año. La idea es poner los dibujos en las paredes para que los vean todos y que vengan los padres.
Finalmente quieren leer cuentos cada una y los últimos minutos cada una se concentra en uno.
Una vez más nos despedimos con sonrisas y con alegría.