Tenemos Tanto que Contar es un proyecto ganador del Fondo del Libro 2009, ejecutado por los monitores de la Corporación Letras de Chile en convenio con Un Techo para Chile. MUCHAS DE LAS FOTOS, TALVEZ LA MAYORÍA HAN SIDO TOMADAS POR LOS NIÑOS QUE PARTICIPAN EN EL TALLER.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Sesión número nueve- Taller de cuenta cuentos Juan Pablo II - Lo Barnechea







Sesión número nueve- Taller de cuenta cuentos Juan Pablo II - Lo Barnechea

Sábado, diciembre 19 de 2009

Stephanie me espera en la puerta de la sede y juntas vamos a buscar a los otros niños. La primera casa es la de Antonia, su padre nos dice que salió con la madre. Seguimos el recorrido, la casa de los hermanos Díaz está cerrada completamente, han salido. Vamos hasta la casa de Cristina Delgado, ella va a la casa vecina a buscar a Félix Delgado. Mientras tanto converso con la abuela de Cristina que se diculpa porque cuando tiene turno en su trabajo no puede enviar a la niña. Sale la mamá de Félix que lo apura para que venga con nosotras. Le invito al hermano mayor, pero no tiene interés. Al regreso paramos en la verdulería. Nicole está de turno en las ventas y no puede unirse al taller. Sale Nacho y muy seguro dice que tiene pereza y no quiere ir por más que le insistimos.

Al llegar hay una niña en el pasaje contiguo y las niñas le invitan, ella va a buscar a su hermano de cinco años y se nos une. Es Almendra, que tiene ocho años, junto a Joshua. Les entrego a todos el material adquirido lo que les pone contentos.

Leemos uno de los cuentos de los Derechos del Niño. Leemos uno de los cuentos de los Derechos del Niño, La Guerra de los Colores, de Saúl Schkolnik. Los niños anotan las palabras que les llaman la atención en pequeños papeles, aunque algunos hacen uso de los cuadernos. Conversan sobre la idea de la diversidad y la igualdad. Empiezan a hacer pequeñas historias con el tema de los colores, aun cuando son bastante cercanas a la historia original, pero al tener cuadernos escriben en ellos las niñas, cada una su historia y se divierten haciéndolo.

Hay mucha comunicación entre ellos, son de edades cercanas, se conocen y hay complicidad lo que falicita sobremanera el trabajo. Están apurados por dibujar, sin embargo la escritura les demora un poco y no alcanzan. Ponen nombre en los materiales y los guardamos en la biblioteca para la próxima sesión.

Esta vez no cuentan cuentos, pero en cambio me dictan inicialmente y luego escriben pequeñas historias basadas en el cuento que leímos. Al ser más niños toma más tiempo la actividad y como sólo vinieron una vez anteriormente, a excepción de Stephanie, no aceptan la idea de contarlos. Sin embargo, la sesión se hizo muy entretenida con las actividades realizadas.